martes, 24 de julio de 2012

jueves, 12 de julio de 2012

PASIVO PSIQUICO AMBIENTAL Y MEMORIA HISTORICA


PASIVO PSIQUICO AMBIENTAL Y MEMORIA HISTORICA

Con una frecuencia cada vez mayor, se extienden por el país conflictos de tipo socio ambiental, que enfrenta a  pobladores de una región con empresas que, con el apoyo del estado, prometen trabajo, desarrollo y progreso a cambio de la licencia social para sus inversiones. Según los medios de comunicación, se trataría de un problema de comunicación por parte de la empresa y el estado, así como de intransigencia por parte de los dirigentes populares, lo que impediría resolver satisfactoriamente y con prontitud los conflictos. Preocupa que tantos especialistas de alta calificación no hayan podido advertir la naturaleza del problema y persistan en darles el mismo tratamiento que ha demostrado ya su inoperancia.

Se habla de prevenir, mitigar o remediar la “contaminación ambiental” como una actividad de rutina cualquiera, sin prestar atención a lo que manda la Constitución Política del Perú, que es de cumplimiento obligatorio, que en su artículo 2, inc. 22 dice: “Todos los peruanos tienen derecho a gozar de un ambiente saludable, equilibrado y adecuado para el desarrollo de su vida”; mandato que contrasta con la realidad cotidiana de la degradación ambiental en las ciudades y en las zonas rurales donde hay actividad minera, petrolera, forestal, pesquera, y en general, donde operan las industrias extractivas a lo largo y ancho del territorio nacional. Adicionalmente, la polución psíquica emitida diariamente por los medios masivos de comunicación, ha provocado un pasivo psíquico ambiental entre la población, induciéndoles a una actitud pasiva frente a su realidad, encadenándoles a señuelos que adormecen su disconformidad.

En un paciente trabajo de investigación sobre la “contaminación psíquica como determinante de la contaminación ambiental”, el psicólogo ambiental Pascual Raúl Aco Cataldo ha elaborado una hipótesis sobre los “Modelos de Conocimiento y Acción sobre la Realidad y sus Resultados”, que permitiría explicar las verdaderas causas que hacen del Perú, el “paraíso de las oportunidades perdidas”, al decir del historiador Pablo Macera.

La trayectoria seguida por los pobladores del territorio andino amazónico a lo largo de los últimos 22,000 años ha atravesado por tres grandes períodos los que, de manera sintética podrían resumirse así:

1. 15,000 años de aprendizaje en el que sus pobladores adquirieron conocimiento y dominio de su territorio, desarrollando una cultura integrada con su medio ambiente.

2. 5,000 años de resultados en los que se desplegaron las altas culturas que constituyeron la civilización andina, reconocida como una de las civilizaciones originales que aportaron conocimiento a la humanidad; y, según el historiador A. Toynbee, la única que logró erradicar el hambre y mitigar los efectos devastadores de los desastres naturales. Hechos que evidencian la formación de científicos, ingenieros, técnicos, médicos, administradores, artistas, atletas, entre otros Amautas, cuyas obras son no solo admiradas, sino fundamentalmente, objeto de investigación en las universidades del extranjero para desentrañar sus fundamentos teóricos y procedimientos de aplicación, por su pertinente actualidad.

3. 480 años de ruptura y perversión provocados por la invasión extranjera, que destruyó el orden simbólico de la cultura andina al tiempo que eliminó físicamente a los portadores de su conocimiento, a los Amautas; iniciando una “guerra psíquica” a través de las reducciones, la “extirpación de idolatrías” y la “colonización mental” llamada “evangelización”, para instalar en nuestra conciencia, la idea de la superioridad de los europeos blancos. Instituyeron el racismo como instrumento de dominación, que en lo cotidiano expresaba el poder ejercido por los dominadores cristianos europeos. El resultado de esta política de terror desarrollada a partir de 1532, fue la lenta desestructuración del aparato psíquico de la población andina, proceso que aún continúa, que explica como luego de haber constituido una civilización altamente organizada, con gran eficacia para producir sus condiciones de existencia de manera autónoma mediante el uso eficiente de los recursos disponibles, fue reducida a una condición servil, dependiente de decisiones externas, despojados de sus territorios y riquezas que fueron privatizados en beneficio de los invasores, siendo confinada a espacios marginales de la sociedad colonial de ayer y hoy.

Desde este enfoque, nos encontraríamos en una progresiva de 480 años de guerra invisible por la imposición de un modelo de conocimiento y acción sobre la realidad (modelo psíquico que determina el pensamiento, conducta y resultados) que anula nuestras capacidades y enajena nuestra voluntad a decisiones externas. La resistencia a dicho modelo persiste con victorias parciales y adecuaciones tácticas que mantienen vigente la posibilidad de resurgir y recuperar su potencialidad creadora. Creemos que este cambio es perfectamente posible a partir de la recuperación de la memoria histórica que nos permita –mediante procedimientos de psicología e ingeniería psíquica ambiental—conocer “el pasado de nuestro actual presente” para modelarlo como herramienta de transformación.

¿Cómo era entonces la estructura del aparato psíquico del hombre andino prehispánico antes de la invasión cristiano europea? El sistema operativo mental del hombre andino prehispánico podemos rastrearlo a partir de las actuales formas de comportamiento y visión del mundo que sigue habitando en la conciencia del hombre andino actual, aun cuando este se halle enmascarado por el sincretismo cultural, que es también una forma de resistencia a la invasión. Escuchemos lo que nos dice el historiador Pablo Macera: “…no es solo en el nivel económico y tecnológico donde actúa la cultura andina. La encontramos también en las organizaciones mentales más profundas y en las expresiones más elaboradas del arte y la religión. Las gentes del Perú, Ecuador y Bolivia no perciben, organizan y representan el Espacio o el Tiempo como un occidental. Los europeos piensan el tiempo en términos de progreso y están seguros de que todo futuro es necesariamente mejor que cualquier pasado. Para la cultura andina, en cambio, el tiempo histórico tiene un desarrollo cíclico con una fase de ascenso y otra de descenso que culmina en una Gran Crisis universal (Pachacútec) en que el mundo puede desaparecer...De un espacio y un tiempo históricamente amenazados, la cultura andina no obtuvo una resignación pesimista. Postuló, en cambio, que la misión del hombre era la de restablecer los equilibrios cósmicos.”

LA MEMORIA HISTORICA COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACION


RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA





Esto es un proyecto de largo plazo que apunta a tratar el “pasivo psíquico ambiental” instalado en la conciencia de los peruanos, cuya erradicación y transformación no podría pensarse en un “corto plazo” pero cuya urgencia de aplicación es indiscutible. Proponemos módulos de trabajos periódicos, monitoreados permanentemente, con el objetivo de producir la herramienta MEMORIA HISTORICA que sea el instrumento que permita la reflexión y el cambio del Modelo de conocimiento y acción sobre la realidad, de los involucrados en el proyecto.

El criterio de partida es que no existe razón para ser pobre, en la medida en que todos disponemos de capacidades y recursos que nos permiten actuar sobre la realidad con el fin de transformarla en beneficio nuestro. De lo que se trata es de replantear la visión que tenemos del mundo y de la vida, así como de la forma en que nos relacionamos con nuestro medio ambiente y nuestros semejantes. Es la “organización de nuestro tiempo en función de valores”, lo determinante. Aspiramos a demostrar la posibilidad de un desarrollo endógeno, autocentrado y autosostenido. Romper con los paradigmas y modelos de pensamiento dominante que nos hace creer que es imposible lograr algo sin dinero y sin apoyo externo. Lo imposible ocurre, si logramos construir las condiciones necesarias para ello.

Los resultados esperados deben ser medidos a partir de los logros en organización social constituyendo “comunidades” y “archipiélago de comunidades”; la recuperación de tiempo libre y el uso de este tiempo en actividades productivas; la atención de necesidades básicas, solución de problemas y nudos de problemas (en especial, los referidos a la pobreza y disponibilidad de recursos) propuestos por los mismos involucrados.
























domingo, 1 de julio de 2012

¿PARA QUE SIRVE LA MEMORIA HISTORICA?

PURUCHUCO

¿PARA QUE SIRVE LA MEMORIA HISTORICA?

"El concepto de progreso debe ser
 fundamentado en la idea de catástrofe. Que
 las cosas "continúen así" es la catástrofe"
Walter Benjamín

Un pueblo que desconoce su historia, no solo está expuesto a reincidir en viejos errores sino que, al desconocer “el pasado de su actual presente”, carece de las herramientas necesarias para asumir el control de su propia existencia, quedando subordinado a decisiones ajenas que condicionan su porvenir con señuelos de prosperidad personal a cambio de perder su autonomía como sujeto histórico.

¿Y cuál es el pasado de nuestro actual presente? El historiador Pablo Macera nos responde: “En la historia peruana hay Cuentas pendientes que cada generación recibe el encargo de pagar. Hay promesas hechas en el tiempo de Chavín o Inca que todavía no han sido cumplidas. Pero sobre todo hay promesas que datan desde el gran trauma de la conquista española que pesan encima nuestro más que cualquier promesa o deuda del tiempo prehispánico. Ningún proyecto actual resulta por eso viable sino queda inserto dentro de esa perspectiva histórica y se hace responsable de todo nuestro pasado.”

El incumplimiento de promesas no es de hoy. Es un hecho recurrente a lo largo de nuestra historia y en especial, a partir del momento de ruptura y pérdida de nuestra autonomía. Es ese momento histórico, el de la ruptura, el de la “extirpación de idolatrías”, el que necesitamos conocer para que podamos entender cómo es que pasamos a ser de una sociedad autónoma, con un conocimiento, ciencia y tecnologías propios, a constituirnos en “objetos de dominación”, “sujetos coloniales” desprovistos de modelos propios: lo nuestro se transformó en “atraso” y lo extranjero en “progreso”.

Entendiendo esto y constatando la persistencia del “sujeto colonial” que habita todavía en nuestras conciencias, podremos explicarnos y dar salidas a los problemas cruciales que nos aquejan. Esas son las lecciones que nos están dando los campesinos de Cajamarca al defender el agua y rechazar la inversión minera del proyecto Conga. Esa lección tenemos que aprenderla defendiendo la integridad de Puruchuco, amenazada por la construcción de un centro comercial que requiere de una vía de acceso directo, sin importarle destruir nuestro patrimonio cultural.

Conga y Puruchuco, son dos casos emblemáticos de como la “ideología del progreso” pretende imponerse con los mismos argumentos de hace 500 años. Nos dicen que somos ignorantes porque nos oponemos al “progreso”. Ayer fueron “los evangelios por tierra” que justificaron la captura y muerte de Atahualpa; hoy es el abierto rechazo al oro, lo que provoca la represión. Del mismo modo, Puruchuco, que fue bastión de la resistencia al invasor extranjero, hoy pretende ser destruido para facilitar el acceso a un centro comercial, sin importarles su legado histórico y cultural. ¿Alguien puede imaginar que la casa museo de Miguel Grau sea destruida para hacer un centro comercial?

Frente a esta versión contemporánea de la “cruz y la espada”, que busca imponer sus “inversiones” que le aseguren el control de los recursos naturales para continuar su metabolismo industrial, cuyos efectos son el cambio climático, la contaminación ambiental, mayor pobreza y exclusión social, es necesario que quienes asumimos la propuesta de la “Gran Transformación” empecemos a cuestionarnos “el culto al progreso”, la creencia en el “desarrollo infinito de las fuerzas productivas” y la adicción a los “artefactos tecnológicos” producidos por el capital.

La humanidad hoy, se encuentra acosada por la concurrencia de múltiples crisis (ambiental, financiera, económica, etc.) que tipifican una “crisis civilizatoria” y ante la cual, hay un proyecto de “solución” en marcha, conocido como el “Nuevo orden mundial”, implementado por las fuerzas del capital, con la “ideología del progreso” como evangelio, y la “tecnología” como su herramienta más eficaz. Impulsado por su lógica de ganancia inmediata que le es inevitable, la racionalidad capitalista somete a la propia naturaleza –incluyendo las manifestaciones vitales--, a la condición de mercancías gratuitas, objetos de explotación ilimitada. Esta visión crítica del “progreso” nos permite una “reapertura del tiempo histórico” para visualizar en el pasado, no tanto aquello que realmente ocurrió, sino reconocer las múltiples posibilidades que entonces germinaban y que aún hoy, tienen enseñanzas de las que necesitamos aprender; en especial, aquellas vinculadas a la relación armoniosa del hombre con la naturaleza. Es así como la “Visión de los vencidos” en el pasado, se actualiza como esperanza e inspiración para un futuro mejor, distinto de lo que nos espera si seguimos como hasta hoy. Creemos firmemente que la respuesta alternativa a esa crisis civilizatoria no necesitamos inventarla sino más bien, recuperarla, actualizarla y validarla con los conocimientos más avanzados de este momento. Esa alternativa se llama EL BUEN VIVIR basado en la Cosmovisión andina, cuyos valores: Cooperación, Reciprocidad y Complementariedad, son antagónicos a los valores del occidente capitalista: Competencia, lucro, ganancia, privatización.

Lima, 01 de julio del 2012