CAMBIO CLIMÁTICO, CONSUMISMO Y BUEN VIVIR
El
presente año 2014 ha sido designado oficialmente por el Estado peruano como
“Año de la industria responsable y del compromiso climático”. Será pues, un
período cargado de eventos pero sobre todo, de definiciones sobre el tema,
tanto en las acciones que se dispongan como en las que se omitan o se
posterguen.
¿Qué es una
“industria responsable”?¿Qué significa “compromiso climático”?
El cambio
climático es un problema mundial que involucra todos los ámbitos de nuestra
existencia y está vinculado
al modo de vida vigente desde el inicio de la modernidad colonial, que ha
desembocado en una cultura individualista, consumista, competitiva y predadora,
apoyada en una matriz energética no renovable, destructiva y responsable de la
mayor emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Pero el cambio
climático no es solo un tema de preocupación global. Es también la oportunidad
que han encontrado los conquistadores de hoy, el nuevo “Dorado” que pretenden
colonizar con el argumento de equilibrar las emisiones industriales de GEI con
la capacidad de absorción de carbono que tiene la madre tierra, promoviendo la
formación de un nuevo mercado financiero (sumideros de carbono) que reproduce y
profundiza las viejas formas de dominación colonial moderna[1].
Lo que se
busca es imponer soluciones diseñadas desde un punto de vista
excluyente,que dificulta la comprensión del problema y la necesidad de
concordar alternativas de control y mitigación que atiendan a las necesidades
básicas de la población, sin privilegios ni exclusiones. Por esta razón el
problema es confinado a un espacio sectorial desconectado de la realidad total
y encapsulado en un lenguaje de especialistas dificultando la participación
ciudadana en la elaboración de propuestas con soluciones integradoras e inclusivas.
El
impacto del cambio climático será tan devastador que afectará la vida de
millones de personas en todo el mundo. El ecosistema andino amazónico, por su
posición geográfica y su peculiar configuración territorial, posee 28 de los 32
climas que existen en la tierra, que lo convierte en una de las zonas más
vulnerables a los efectos del cambio climático[2].
La realidad es que no existen industrias limpias (responsables) en la medida en
que los daños mayores y sus secuelas de largo plazo siguen siendo considerados
por la teoría económica vigente, como “externalidades"[3] que no entran en la contabilidad de costos de las actividades industriales. Lo
cierto es que,profesando una ciega tecnolatría, la civilización se encuentra en
transición hacia una “artificialeza”, de la mano con la automatización y
robotización de los procesos productivos y de servicios, sacrificando el futuro
de la inmensa mayoría de personas que se quedarían fuera del “nuevo orden
mundial” hacia el que avanza la actual civilización. Este es el verdadero nudo
del problema.
El cambio
climático es un proceso en marcha inducido por el incremento descontrolado en
la emisión de GEI que son un residuo de las actividades industriales, emisiones que han sido consideradas siempre como una “externalidad” ajena
a los costos operativos de toda inversión. Es decir, que nunca nadie ha
pagado nada por el daño causado al medio ambiente que afecta a toda la
humanidad, a pesar del beneficio privado obtenido con dichas actividades.
El
incesante desarrollo de la ciencia y tecnología, permitió elgran paso de la
revolución industrial, que fue el momento en que se inicia la emisión
descontrolada de GEI. Pero ha sido la segunda mitad del pasado siglo con las
llamadas “sociedades de bienestar” y el “modo americano de vida” con el
automóvil y los electrodomésticos, el consumismo desaforado y la dilapidación
de energía, cuando se encienden las señales de alarma[4].
Al ser
advertido el problema del cambio climático, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 1988, cuya función consiste en analizar de forma exhaustiva toda la información relevante para entender los elementos científicos del riesgo que supone el cambio climático, sus posibles repercusiones y las posibilidades de adaptación y atenuación del mismo, elaborando metodologías de control de los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero.
En diciembre del año 1997, el IPCC reunido
en Kyoto, propuso un Protocolo de Control sobre las emisiones de GEI, más
conocido como Protocolo de Kyoto[5],
con la finalidad de reducir la emisión de seis de estos gases, de manera que,
al final del 2012, estas emisiones se redujeran a nivel global en un 5% con
relación al total emitido el año 1990. Los principales emisores de este
período, China y los Estados Unidos, se negaron a suscribir dicho protocolo. Las
razones que subyacen bajo esas negativas, nos permite entender la génesis del
problema y los riesgos implicados en el cambio climático. Estados Unidos acusa
a China de ser, actualmente, el mayor emisor de GEI. Por su parte, China acusa
a los Estados Unidos de ser, históricamente, el mayor responsable de las
emisiones de GEI.
El hecho real es que, el período posterior a la propuesta del
Protocolo de Kyoto ha tenido los años más cálidos en los registros
instrumentales de la temperatura de la superficie mundial desde 1850[6].
Las proyecciones lineales del incremento de la temperatura global promedio no
están considerando la complejidad con que interactúa el clima, que es la mayor
amenaza a las formas de vida sobre el planeta.
Sin
diálogo ni voluntad transparente, el incremento de las emisiones de GEI
al ritmo de la feroz competencia por los recursos y los mercados, nos deja
totalmente vulnerables ante los efectos del cambio climático. Estando así las
cosas, sin posibilidad de entendimiento entre quienes conducen la “locomotora
del progreso”, lo más probable es que el peor de los escenarios posibles se
haga realidad.
Hablar
seriamente de "industria responsable" implica poner en discusión ideas
que hasta hoy se tienen como dogmas sagrados: "libre mercado", "libre competencia", “el lucro como
fin”,“la sobrevivencia del mejor”, “el homo economicus”, entre otras.
Hablar de
"compromiso climático" implica proteger las fuentes de vida (agua,
aire, bosque, paisajes, etc), la biodiversidad y la vida misma,mediante la
restricción y control de las actividades que las afectan, sancionando a sus
responsables.
El último
reporte del IPCC[7]
(27Sep2013) afirma que: “Las emisiones
acumuladas de CO2 determinarán en gran medida el calentamiento medio global en
superficie a finales del siglo XXI y posteriormente. La mayoría de los aspectos
del cambio climático perdurarán durante muchos siglos, incluso aunque pararan
las emisiones de CO2, lo que supone una notable seguridad de cambio climático
durante varios siglos debido a las emisiones de CO2 pasadas, presentes y
futuras.”, confirmando que el actual proceso de cambio
climático no tiene precedentes y que el hombre es el responsable de este
cambio.
Ciertamente que son las actividades humanas y no,
fenómenos naturales, los responsables del actual proceso de cambio climático;
pero es necesario precisar que la categoría “hombre”, así en general, no es
responsable del problema. Son ciertos hombres que han actuado y actúan, en
determinadas condiciones, quienes promueven y se benefician de actividades
quegeneran residuos cuya emisiónafecta al conjunto de la humanidad. La
ideología del desarrollo y del individualismo consumista predador, son los
motores de este proceso de cambio climático que viene a ser el resultado final
del metabolismo urbano-industrial alimentado por la ilusión consumista.
Esta precisión necesaria nos permite
aplicar el concepto de “Deuda Ecológica” de la mano con los postulados
de la “Ecología profunda”, para cuestionarnos los dogmas del pensamiento
dominante actual.
¿Qué es la Ecología Profunda[8]?
La
Ecología Profunda replantea la relación del hombre con la naturaleza, con su
entorno ambiental, con sus semejantes y consigo mismo; se diferencia de la “ecología
superficial” en cuanto rechaza el predominio del hombre sobre la naturaleza y
el supuesto mandato de someterla para ponerla a su servicio. Asimismo, rechaza
también el llamado “ecofascismo” que pretende imponer compulsivamente supuestas
medidas de control sin considerar las asimetrías históricas que existen hasta
hoy.
Más que
una teoría, la Ecología Profunda se constituye en un conjunto de preguntas y
propuestas perfectibles que atiendan a la necesidad de detener la “locomotora
desbocada” del “progreso” basada en las ideas de “competitividad”,
“excelencia”, “meritocracia”, que solo son rótulos mal disimulados de las
viejas tesis de “supervivencia del mejor”, “pueblo elegido” o “raza
superior”.
¿Qué es la Deuda Ecológica[9]?
Es la
deuda contraída por los países industrializados con los demás países, originado
en el hecho colonial y que persiste hasta el presente, con la extracción a bajo
costo de los llamados recursos naturales, el daño ambiental que esas
inversiones dejan en los territorios explotados, así como la utilización del espacio ambiental
global para depositar los residuos de su metabolismo industrial.
El concepto de deuda ecológica
busca “internalizar” los impactos ambientales y sociales que la actual teoría
económica los considera como “externalidades” fuera de todo control. Sin
embargo, por sus resultados, esos impactos presentan hoy características
económicas, sociales y medioambientales, que los hacen perfectamente
objetivables. Es necesario añadir que dentro de los impactos ambientales está
la salud mental de las personas y los modelos de conducta[10]
que se derivan como consecuencia del hecho colonial expresados en oportunidades
negadas, aculturamiento y pérdida de identidad.
Nuestras tareas
Las
estadísticas oficiales sobre los pasivos ambientales en el Perú adolecen del
mismo problema que afecta al conjunto del estado: Solo cuenta la información
oficialmente declarada[11].
Lo que no se declara no existe. Y no es casualidad que los inversionistas
omitan declarar los daños más significativos así como que la mirada de los
inspectores del estado adolece de una miopía congénita que les impide ver lo
que todo el mundo ve.
Lo
primero que se requiere es contar con información actualizada, cuantificada y
valorizada de los daños ambientales totales existentes en el territorio
nacional y los modos en que afecta a su población,a la
biodiversidad y a la vida en general.
Nos hace
falta un modo de pensar alternativo que desafíe el sentido común dominante y
pueda construir la visión de ese otro nuevo mundo posible, distinto y distante
de este mundo actual que marcha aceleradamente hacia su autodestrucción. Ese
otro “Horizonte de sentido” está allí, lo ha estado siempre en las culturas
ancestrales y en especial, en nuestro mundo andino; fluye con laincesantebúsqueda de alternativas que la
humanidad ha ido forjando en su lucha por la vida.
ElSumacKawsay o Buen Vivir[12], herencia
de la civilización andina, nos propone reorganizar nuestra existencia social,
preservando la integridad de los procesos naturales, garantizando los flujos de
materia y energía en la biosfera y protegiendo las expresiones de vida en
comunidad.
¿Cómo insertar estas tareas en el presente?
Necesitamos generar
conocimiento orientado hacia soluciones prácticas de problemas concretosque
afectan a cada comunidad de manera específica, mediante intervenciones a nivel
molecular, dentro de las comunidades educativas, con un criterio de “escuelas
abiertas” y un programa que de manera general, podría tener las siguientes
líneas de trabajo:
1) Recuperación de la Memoria Histórica,
2) Reconciliar al hombre con la naturaleza,
3) Producir nuestras condiciones de existencia,
y
4) Reorganizar la gestión de la vida
cotidiana.
Existe una propuesta
de amplia convocatoria que, desde el campo de la psicología ambiental se dirige
a todos los profesionales y especialistas de los distintos ámbitos del
conocimiento y la práctica científica, liderada el Mg. P. R. Aco Cataldo[13]
quién, con su “Teoría de los Modelos de Conocimiento y Acción sobre la Realidad y sus Resultados”
propone dar cuenta de la realidad del daño ambiental y sus oportunidades de
reversión partiendo de las potencialidades internas de la misma comunidad
afectada.
Invitamos a los
docentes a reflexionar sobre esta propuesta, promoviendo su reflexión y
materialización.
Lima, 28 de enero del 2014
Luis Real Flores
[1]Ver: “Mercados de carbono: La neo liberalización del clima”, Larry
Lohmann, Ed. AbyaYala, Quito-Ecuador, 2012
[2]Ver: Proyecto de "Adaptación
al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales -
PRAA"-Instituto Geofísico del Perú. ANDESPLUS-PERU. (http://www.met.igp.gob.pe/proyectos/andesplus/)
[3]Ver: Guía para decisores:
Análisis económico de externalidades ambientales. Gonzalo Delacámara. CEPAL
2008.
[4] Ver: “Los límites del
crecimiento: Informe al Club de Roma sobre el predicamento de la humanidad”, Meadows, D.H.;
Meadows, D.L.; Randers, J; Behrens, W. (1972).
[5] Ver: PROTOCOLO DE KYOTO DE LA CONVENCION MARCO DE LAS
NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO.
[6] Ver: “Los cambios
observados en el clima y sus efectos”,
IPCC – Informe de síntesis, 2007, http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/syr/es/spms1.html
[7] “Afirmaciones
principales del Resumen para Responsables de Políticas” del IPCC – 27Sep2013. https://www.ipcc.ch/news_and_events/docs/ar5/ar5_wg1_headlines_es.pdf
[8] Ver: “Ecología profunda
y Educación”, Memoria presentada para optar el grado de doctor por Margarita
García Notario, por la Universidad Complutense de Madrid, 2005.
[9] Ver: “La deuda
Ecológica”, Joan Martinez Alier, Icaria editorial, Madrid 2003.
[10] Ver: P. R. Aco C.
[11] Ver: P.R. Aco C.
[12] Ver: Atahualpa Oviedo,
Quito-Ecuador
[13] Ver: Convocatoria
[1]Ver: “Mercados de carbono: La neo liberalización del clima”, Larry
Lohmann, Ed. AbyaYala, Quito-Ecuador, 2012
[2]Ver: Proyecto de "Adaptación
al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares en los Andes Tropicales -
PRAA"-Instituto Geofísico del Perú. ANDESPLUS-PERU. (http://www.met.igp.gob.pe/proyectos/andesplus/)
[3]Ver: Guía para decisores:
Análisis económico de externalidades ambientales. Gonzalo Delacámara. CEPAL
2008.
[4] Ver: “Los límites del
crecimiento: Informe al Club de Roma sobre el predicamento de la humanidad”, Meadows, D.H.;
Meadows, D.L.; Randers, J; Behrens, W. (1972).
[5] Ver: PROTOCOLO DE KYOTO DE LA CONVENCION MARCO DE LAS
NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO.
[6] Ver: “Los cambios
observados en el clima y sus efectos”,
IPCC – Informe de síntesis, 2007, http://www.ipcc.ch/publications_and_data/ar4/syr/es/spms1.html
[7] “Afirmaciones
principales del Resumen para Responsables de Políticas” del IPCC – 27Sep2013. https://www.ipcc.ch/news_and_events/docs/ar5/ar5_wg1_headlines_es.pdf
[8] Ver: “Ecología profunda
y Educación”, Memoria presentada para optar el grado de doctor por Margarita
García Notario, por la Universidad Complutense de Madrid, 2005.
[9] Ver: “La deuda
Ecológica”, Joan Martinez Alier, Icaria editorial, Madrid 2003.
[10] Ver: P. R. Aco C.
[11] Ver: P.R. Aco C.
[12] Ver: Atahualpa Oviedo,
Quito-Ecuador
[13] Ver: Convocatoria
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