El retroceso de los glaciares, el agotamiento del agua, la contaminación de rios, mares y el aire. La extinción de especies en fauna y flora, la destrucción del bosque tropical amazónico, friaje, lluvias e inundaciones. Guerras, mafias, accidentes, epidemias desconocidas, proliferación de conductas violentas, degradación de la vida cotidiana, tráfico ilegal de todo tipo, corrupción e individualismo egoista.
No se trata de fenómenos naturales ni que "la humanidad entera" es responsable de su propia destrucción.
Hace 518 años empezó una forma de vida basada en el saqueo y destrucción de la naturaleza y la cultura de nuestros pueblos, conocida como modernidad que al mismo tiempo fue para nosotros, colonialidad.
La modernidad colonial que permitió a Europa alcanzar el desarrollo que tuvo, fue exactamente la misma causa que determinó la postración de nuestros pueblos.
La cosmovisión occidental, cristiana, individualista y patriarcal se impuso sobre la cosmovisión andina, que considera al hombre como parte de la naturaleza por lo que promueve un necesario equilibrio con la totalidad de ella. Este es el punto de quiebre que es necesario considerar, para poder entender lo que está pasando y proponer caminos de solución.
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